Thursday, April 08, 2010

Le llaman la crisis del cuarto de vida

Te encuentras a ti mismo desafanándote de la multitud más que en cualquier otro momento de tu vida. Te empiezas a dar cuenta de que hay un montón de cosas sobre ti, de las que no sabías y que quizá no te gusten. Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas donde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahorita.



Ves tu trabajo y quizá no este ni un poco cerca a lo que pensabas que estarías haciendo, o quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo pues ni idea tienes por dónde empezar. O ni idea tienes de qué haces en lo que estas trabajando ni a dónde te llevará, ni cómo continuar con lo que haces actualmente. Y extrañas la comodidad y seguridad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante.

Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo. Te empiezas a entender a ti mismo y sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente lo comparas con lo que tu quieres para tí y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de los que no lo es. Te sientes seguro y luego inseguro. Ríes y lloras con la más grande fuerza de tu vida. A veces te sientes genial e invencible; y otras, solo, con miedo y confundido. De repente el cambio es el enemigo y tratas de aferrarte al pasado, pero pronto te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y más y que no hay más que hacer que seguir avanzando o quedarte donde estás. La confusión puede llegar a ser mucha pues también el futuro lo podrás ver cómo el enemigo, y te paralizas.

Te rompen el corazón y te preguntas como alguien a quien amaste tanto te pudo hacer tanto daño. O quizá te acuestes por las noches y te preguntes por qué es que no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor.

Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Y pareciera como si todos los que conoces empiezan a casarse, y quizá tú también ames realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro si estás listo para comprometerte por el resto de tu vida aun. Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con los pocos amigos que están abiertos sobre los mismos temas simplemente porque no terminas de tomar una decisión. Te empiezas a preocupar por préstamos y dinero y el futuro y por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera sería grandioso, ahorita tan solo quisieras sentirte compitiendo en ella. Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos por ahí de los 23, 24 ó 28 y 29 años nos identificamos en alguna parte de esto. Estamos en nuestros mejores momentos y nuestros peores momentos, tratando de descifrar quienes somos de la mejor forma que podemos.

Y cuando oímos decir que la vida realmente empieza a los 30's nos preguntamos ¿y qué hago con todo este tiempo que he vivido? Si ahora resulta que todavía ni he empezado. Pero las cosas toman sentido cuando se comprende que la vida no es un juego sin responsabilidades, que no podemos vivir en una eterna época de estudiantes donde nuestra mayor responsabilidad era pasar el examen y conseguir dinero para el reventón del fin de semana. Que ya no habrá vacaciones largas de verano, ni tanta energía para seguir desvelándose sin sentido sólo por el puro gusto de seguir en el desmadre.


Nos vemos en el espejo y estudiamos las nuevas arrugas en la cara, la piel menos fresca, las ojeras, la calvicie, las bolsas de grasa.

Y habrá quien tome las cosas negativamente y se deprima y quiera que el tiempo no pase. Y habrá quien siga viviendo sin enfrentarse a sí mismo ni mucho menos al mundo por muchos años más. Y habrá quién disfrute cada etapa de la vida y vea al futuro con buenos ojos y se sienta bien de estar vivo y de crecer y madurar. Siempre habrá buenos días y habrá malos días.

De cualquier forma el sol sale todos los días, y es gratis y para todos.
Te empiezas a dar cuenta que algunas personas son egoístas y que a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con las que has perdido contacto resultan ser de verdad tus amigos, incluso de los más importantes para ti. De lo que no te das cuenta es que algunos de los amigos de los que te has alejado se están dando cuenta de lo mismo y que la mayoría de ellos no son malos o deshonestos realmente, pero están tan confundidos como tu. Y que algunos de tus actuales amigos empiezan a ser aburridos pues sólo les interesa la fiesta y en realidad no puedes platicar con ellos de cosas más interesantes. Entonces prefieres juntarte con los que te sientes más identificado y a desafanarte de los que te estorban.

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home